25-08-2008

Acta: 4º sesión Proyecto de Psicología

Comenzamos preguntándonos sobre el supuesto de Freud en torno a que Qñ <>

A partir de aquí comenzamos a hablar sobre la pulsión y la necesidad, teniendo presente que la noción de pulsión, ausente en el texto, supone una diferencia entre sistema psíquico y sistema nervisos que no está presente en el texto. Concluímos que la necesidad humana es de naturaleza compleja, y que falta indagación: es compleja porque su objeto lo es, es decir, su objeto es un otro que es sujeto. La pulsión parecería ser, en perspectiva, un buen concepto para dar cuenta de esta complejidad, sobretodo considerando que la necesidad no supone objeto, y que no hay pulsión sin objeto. Comprendemos – además – que es el sujeto necesitado el que es buscado por su objeto (sujeto), y que la necesidad no busca ni espera nada por sí misma.

La palabra cociente de la página 350 llamó nuestra atención: ¿será que al pensar en lo cuantitativo de Q y el modo en que operan los aparatos nerviosos terminales, Freud esté pensando en un filtro proporcional? Digamos, ¿estará pensando en un filtro que mantiene una constante cuantitativa invariable según la cual divide todo estímulo exterior?

Y, esta naturaleza cuantitativa del funcionamiento de los aparatos nerviosos terminales, ¿no producirán también una modificación cualitativa de la energía? Más allá, ¿puede decirse que Q y Qñ son de naturalezas diferentes?

En torno a la naturaleza del dolor salieron muchas interrogantes. Concluimos que a este nivel de la lectura no nos es posible todavía comprender el dolor psíquico, mientras que sí tenemos algunas herramientas para comprender el somático. Esto se enmarca dentro de la tensión entre el sistema psíquico y el sistema nervioso, todavía no abordada por Freud.

De cualquier manera, comprendemos que la conceptualización freudiana del dolor se justifica cuantitativamente, sin reconocer diferencias entre tipos de dolor. Del mismo modo, Benjamín aventuró una interesante hipótesis con respecto al trauma: la enorme Q que el sistema no puede asimilar según su estructura rompe las barreras-contacto de las neuronas Ψ, lo que hace que se viva el estímulo traumático de memoria como un fenómeno de la percepción, dada la transformación de Ψ en Φ.

16-08-2008

Acta: 3º sesión Proyecto de Psicología

Al comenzar la sesión se discutió y se plantearon dudas sobre los conceptos de REPRESION y de FACILITACION. ¿Son cada uno el contrario del otro? A veces acontece que la idea que tenemos del concepto de represión puede ser mucho más posterior en la teoría misma de Freud al compararla con los conceptos que se están manejando internamente en este texto. Esto aparece en diversas discusiones. Es bueno tener esta distinción a la mano según los momentos del texto, y para reconocer como se realiza la aproximación al texto.

Se problematizó sobre la Q endógena. ¿qué es? ¿de dónde proviene esa energía? ¿Cómo y qué la hace distinta a la energía que proviene de afuera?

También, al discutir sobre este problema se llegó inevitablemente a considerar los conocimientos básicos sobre plasticidad neuronal, especificación de las neuronas. Se hizo una leve comparación entre las distinciones de grupos de neuronas que hace Freud, y como cada una puede ir mudando su funcionamientos según las cantidades de energía que las irritan. Esto no queda muy claro. Además reaparece la pregunta sobre la cualidad o naturaleza de la energía que metaforiza Freud. ¿Es finalmente esta “energía” la liberada en los procesos electro-químicos de las sinapsis, o es una energía de valor psicológico? ¿Esta ésta segunda opción bien planteada? Esto retoma el tema de sistema nervioso v/s aparato mental.

¿Cómo entendemos las representaciones psíquicas según el esquema neuro-histo-fisio-biológico?

Referencia a Nasio à el analista presta sus representaciones para que frente a ellas las representaciones del paciente vayan diluyendo su sobrecarga.

Se discutió también sobre los conceptos o ideas de “necesidad” ¿estas son movilizadas ya, por una energía interna? ¿o estas promueven la creación y/o movilización de tal energía? Huevo o la gallina.

Esta discusión anterior llevo casi de inmediato a preguntarnos sobre la pulsión. Se discutió sobre su misterio. Sobre como este texto presenta bases interesantes para comprenderla. ¿tiene algo que ver la pulsión con alguna de estas energías que lubrican e irritan al los sistemas “psico-nerviosos”.

Más escapadas, aparecieron preguntas sobre la pulsión de muerte.

09-08-2008

Acta: 2º sesión Proyecto de Psicología

Iniciamos la reunión discutiendo algunos puntos de la síntesis de la sesión pasada:

  • La distinción entre la defensa a la que Freud alude inicialmente en el Proyecto (defensa del SN) y la defensa “propiamente tal”, entendida por nosotros como represión. Esta última supone Q que quiere salir, pero no es lo mismo. Hay algo que ha quedado guardado y que puja por salir. Represión como barrera-contacto impasadera. Desde nuestro punto de vista, la asociación de memoria y defensa estaría más cercana a la noción de aparato psíquico.
  • Sin materia (cerebro, neuronas) no hay mente, pero la mente va más allá del sistema nervioso. Estaríamos frente al supuesto básico de la psicología, frente a la pregunta por el objeto de la psicología.
  • No necesariamente es que con la consideración de la neurosis y la pulsión a Freud “se le haya desarmado” la teoría. Estas “fallan” al sistema porque van contra la inercia, y en este sentido son procesos excepcionales. Pero la teoría no es la que falla, la teoría está intentando dar cuenta del fenómeno.
  • Freud como representante de una ciencia que “se hace cargo”, en contraposición a teorías actuales parcializadas, coherentes sólo consigo mismas.
  • Sistemas de neuronas que recuerdan al principio de placer y de realidad, estando el primero centrado en la pura descarga (función primaria) mientras que el segundo es capaz de suspenderla (función secundaria). Algo pasa que este sistema no basta, necesidad de acción en el mundo externo.

En un segundo momento, realizamos la lectura correspondiente a la sesión, desde la página 344 a las 346 del Proyecto. Se intentará dar cuenta de las principales discusiones enunciadas.

Sobre los sistemas de neuronas, memoria y facilitación:

  • Cuando la energía no pasa se constituye aparato psíquico. Esto permite recordar a Bion, cuando plantea que sólo se puede pensar a partir de un elemento no saturado (frustración).
  • ¿Habría un grupo de neuronas impasaderas por donde la energía no pasa? ¿O por su alteración sólo dejan pasar lo que su alteración les permite? ¿No pasa nada o es que una descarga en particular se facilita? Como veremos, después Freud habla de facilitación, de modo que las neuronas investidas serían más susceptibles de recibir Q endógena (representaciones hiper-cargadas).
  • Si bien al principio Freud señala que la facilitación iría contra el principio de inercia, finalmente establece que también sirve a este principio, aumentando el carácter de lo pasadero. ¿Cómo es esto posible? Porque el sistema descansa en la facilitación. Neuronas impasaderas fueron creadas por el sistema para poder sobrevivir, por el apremio a la vida: para poder satisfacer la necesidad de hambre el sistema en alguna parte debe dejar de descargar. Sistema necesitó retener, multiplicó número de neuronas para que el acopio tuviera lugar. Luego, el sistema se ahorra el llenado de Q mediante las facilitaciones. ¿Llenado llevaría al colapso?
  • La facilitación implicaría que neuronas impasaderas vuelven a ser pasaderas, pero de un modo distinto. Transformarse en pasaderas no implica volverse neuronas de percepción. Es su funcionamiento lo que cambia, en su funcionamiento dejan pasar. Pero, ¿qué dejan pasar? No todo pasa por ellas, su alteración es permanente, se marcó el camino. Podríamos pensar esto en términos de neurosis o rigidez, pero ojo: Freud lo que está planteando es que una neurona alterada supone mente, proceso secundario. En todo caso las facilitaciones señalan la “predilección por un camino”, configurándose como pistas en torno a la personalidad, patrones, formas de ser, de defenderse o transferir de las personas.
  • No todas las neuronas impasaderas vuelven a ser pasaderas: sólo las vías preferentes de descarga. Suponemos que quedan neuronas impasaderas, necesarias para que haya conciencia. Estaríamos entonces contemplando 3 sistemas de neuronas, ya no 2: neuronas de percepción, neuronas de memoria impasaderas (¿conciencia?), neuronas de memoria que fueron impasaderas por un momento en que algo se imprimió y que vuelven a ser pasaderas (vías preferentes de descarga). Ojo: la distinción entre neuronas alteradas y no alteradas ya no es tan clara.

Otras reflexiones:

  • En relación al esquema de la sesión pasada, no está clara en Freud la distinción entre Q endógena que vino del exterior y la necesidad o pulsión (Q que surge en el interior). Al parecer, Freud habla igual de ambas. ¿Son lo mismo, en el interior del sistema? ¿Podemos pensar en estímulos que vienen del interior totalmente desconectados de lo externo? Se planteó el ejemplo del hambre que puede gatillarse al ver algo para comer, pese a que inicialmente no se tenía hambre. Podemos pensar que al principio el sistema viene “formateado”: hambre es sólo hambre, viene del cuerpo. Pero, una vez que estamos en contacto con estímulos, que aprendemos, ¿se pueden separar Q propiamente endógena y Q endógena que provino del exterior? Asociamos esta pregunta a la distinción que Lacan establece entre necesidad, demanda y deseo.
  • Cuando Freud plantea que la memoria está constituida por un distingo en las facilitaciones, creemos que ya no serían las neuronas las que se alteran sino todo el sistema, sus redes o vías. Algo pasa con el aparato completo. No es la neurona la pasadera sino la barrera-contacto, porque “el estado de la facilitación de una b-c tiene que ser independiente del de todas las otras b-c de la misma neurona” (preferencia). El énfasis está claramente puesto en la conexión, en la b-c.
  • La concepción de la memoria como “el poder de una vivencia para seguir produciendo efectos” nos recuerda la idea de trauma. Mientras que el uso por Freud de la palabra “impresión” nos acerca a la noción de huella mnémica.
  • El Proyecto no es un texto expositivo, sí argumentativo. Representa un momento teórico de Freud fundamental. Ojo: no es psicología. Nosotros hacemos asociaciones con conceptos que son posteriores, le damos sentido desde lo que conocemos.

01-08-2008

Acta: 1º sesión Proyecto de Psicología

Conceptos importantes (desde página 339 a 344):

Principio de la inercia neuronal: Enuncia que las neuronas procuran aliviarse de la cantidad. Explica además, la bi-escisión arquitectónica de las neuronas en motoras y sensibles, pudiendo así descargar con unas la energía recibida por otras del mundo exterior (función primaria). Entre los caminos de descarga serán preferidos los que conlleven un cese del estímulo, una huída del estímulo. Inercia como proceso permanente de captación y descarga para el cual el sistema está “programado”. Sin embargo este principio es quebrantado por estímulos endógenos.

Qη endógena: Estímulos que provienen de células del cuerpo y dan por resultado las necesidades de hambre, respiración y sexualidad, entre otras. Cesan sólo bajo precisas condiciones que deben realizarse en el mundo externo. Para esto es necesario resignar la tendencia original a la inercia, admitiendo una acumulación de Qη para solventar las demandas de la acción específica. Es así como la función secundaria, impuesta por el apremio de la vida, demanda un almacenamiento de Qη mediante resistencias que se contraponen a la descarga entre los contactos.

Barreras-contacto: Resistencias que se contraponen a la descarga, las que se situarían en los contactos entre neuronas (según lo deducido en la sesión -espacio sináptico-), que así reciben el valor de unas barreras. Estas bloquearían la descarga en las células de recuerdo.

Células de recuerdo: Tras la excitación de los estímulos, estas neuronas serían duraderamente distintas del estado anterior de no excitación, dado que Qη se descarga con dificultad o sólo parcialmente dada la existencia de las barreras-contacto.

Células de percepción: Células que permanecen inalteradas tras la onda excitatoria.

Intentaremos dar luces de los principales aspectos discutidos en la primera reunión. Entre ellos se encuentran preguntas irresueltas cuyo cuestionamiento seguramente seguirá dando vueltas en sesiones futuras. Aquí va, entonces, parte de lo que fue nuestro debut.

Una de las primeras preguntas que surgieron fue acerca del momento en que se puede hablar más directamente de psicoanálisis en Freud, esto es, el momento en que se da un cambio en su abordaje médico y neurológico de investigador hacia uno psicológico que lo calificará más tarde de psicoanalista. Aún cuando esta interrogación queda sin una respuesta precisa (como la contextualización de un año o un texto, los que deberán ser indagados) en la discusión surgen aproximaciones: Freud partiría como psicoanalista en sus Escritos Técnicos y junto a Jean-Martin Charcot (neurólogo francés y precursor de la psicopatología) con quien realizó investigaciones acerca de la histeria. Cabe destacar que aunque el concepto de inconciente surge antes de Freud, este es quien lo sistematiza dentro del psicoanálisis.

Será de suma importancia el estudio de la cronología de la formulación teórica freudiana en tanto la ubicación del Freud psicoanalista se esconde en los reveses que van cobrando sus conceptos desde un comienzo y en la necesidad de utilizarlos con nuevas significaciones. Por ejemplo: el término “defensa” en el sistema nervioso (sistema que comienza siendo protagonista en el “Proyecto”) más tarde requiere ser utilizado como función de un aparato psíquico, el que se “defiende de sí mismo” (esta forma de defensa será distinta a la huída del estímulo a la que recurre el organismo para evitar la sobrecarga energética). La defensa propiamente tal, proveniente del aparato psíquico sería distinta a la defensa que el organismo realizaría frente a estímulos que lo molestan, como por ejemplo el frío. Frente a esto, surgieron preguntas como: ¿cuál es la realidad del aparato psíquico? ¿Qué procesos, qué vivencias, dan realidad al aparato psíquico? ¿Por qué el sistema nervioso es distinto al aparato psíquico? De este modo, consideramos que plantear que los procesos psíquicos están determinados por estados cuantitativamente comandados por partes materiales comprobables, es distinto a creer que son (sólo) eso.

En este punto también se abordó el concepto de “huella mnémica”, concepto que hace alusión al registro de la estimulación neuronal que perdura en la neurona y que parece dejar una incertidumbre: ¿dónde ubicar tal huella? ¿Dentro de la neurona? ¿Entre neuronas? De a poco, vamos transitando hacia un camino menos explorado, desde la vida neuronal que principalmente hace referencia a Q “procurando aliviarse de la cantidad” hacia una “otra cosa” que no se sabe aún qué es. Más adelante veremos como la analogía con la pizarra mágica amplía este cuestionamiento.

Por otra parte, se discute el intento de Freud por construir una teoría limpia, estructuralmente sin errores, acerca de una máquina biológica que no puede hacer otra cosa sino descargar Q. Los afanes de Freud por construir una teoría limpia se reflejan también en el comentario inicial de Strachey que introduce el Proyecto, donde ilustra su proceso de construcción, el que Freud desarrolla en permanente contacto con su amigo Fliess, enviándole numerosas cartas con sus borradores, avances y retrocesos. Estas cartas muestran la minuciosidad y consistencia a la que Freud deseaba llevar sus reflexiones, las cuales permanentemente se le desencajaban: “luego de excesivos tormentos mentales, debo confesarme, dominado por la apatía, que las cosas todavía no concuerdan y quizá nunca lo hagan”. En este sentido se planteó en la sesión que este texto podría entenderse como un texto “obligado” para Freud, el que finalmente dejó de lado y criticó bastante.

Así también, se discutió que la continuación de esta teoría sobre una red estructurada arquitectónicamente para descargar se habría visto dificultada por la consideración de las neurosis, las que, describiendo a sujetos enfermos, se intentarían explicar desde un problema energético donde, en oposición a la simple descarga, se daría una acumulación energética en el sistema nervioso: algo que no puede salir. La máquina de Freud presentaría pues errores al no haber contemplado en su funcionamiento este último punto, por lo que debería reevaluar este aspecto y hacer calzar su teoría con los casos clínicos vistos en su consulta. Relacionada a esta falla en su formulación aparece la pulsión, la que impediría que Qη sea descargada a cabalidad dados los estímulos que surgen dentro del organismo y de los “cuales no se puede sustraer el organismo tal como lo hace con los estímulos externos”. Esto causaría que ciertas representaciones se tornen hiper-intensas, causando un acrecentamiento de la cantidad que el organismo no prefiere y del buscaría defenderse, reafirmando así su tendencia a la inercia, que también entendimos como homeostasis.

Un dibujo improvisado durante la conversación puede ser esclarecedor de esta problemática:

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Siendo Q In = Q Out

A partir de este esquema, una pregunta surgida:

¿Qη es el acoplamiento de los estímulos endógenos del organismo (aquellos que generan las necesidades del hambre, la respiración y la sexualidad) y los estímulos del mundo externo que son incorporados al sistema nervioso? ¿Es que Qh > QIn y Qh > QOu? Este es otro cuestionamiento que queda abierto.

Es así como de a poco se va dibujando cada vez más claramente la pregunta acerca de cuál es la finalidad del aparato psíquico a partir de pensar cómo es que se hace el cambio desde la carga y descarga orgánica hacia una patología neurótica.

En relación a los últimos párrafos en que Freud procede a explicar el término de memoria, se discutió que el sistema estaría dividido en una parte “que deja entrar”, constituida por las neuronas de percepción (no alteradas), y en otra parte “que retiene”, constituida por las neuronas de memoria (alteradas). ¿Tendría que ver entonces la memoria con ciertas zonas preferentes de descarga, con el mecanismo de facilitación? Si lo original es el flujo, para poder almacenar habría que cortar este flujo, y es en este punto donde aparece el recuerdo. Las huellas mnémicas, antes mencionadas, prefigurarían todo lo nuevo. Para entender esto último fue de utilidad la referencia a la pizarra mágica. Esta está compuesta de una lámina plástica en la que directamente se dibuja y de una superficie que se encuentra ubicada bajo esta. La analogía con la memoria se establece al pensar la neurona haciendo el rol de aquella lámina sobrepuesta por donde el estímulo pasa (células de percepción) dejándola a pesar de todo inalterada, esto es: su excitación no la influye duraderamente, ya que no hay barreras contacto que impidan el “decurso excitatorio” completo. En la superficie inferior, bajo la lámina antes citada, quedarían, en cambio, los surcos de lápiz dejados anteriormente por los grafismos trazados. Es decir, quedaría la marca. Estas líneas invisibles, pero existentes, harían las veces de huellas mnémicas. Una propuesta surgida dentro de la conversación para ubicar estas huellas en el organismo fue que estas existirían “entre” neuronas, más que en la neurona misma. Esto es importante porque alude a la siguiente pregunta: ¿dónde trabaja la palabra del psicoanálisis? ¿En la neurona, en la materialidad (papel tras la pizarra)? ¿En la pizarra, como si fuera un “engaño”? ¿Abriendo nuevas vías? Como anteriormente se dijo, en esta parte de la discusión es cuando se hace preciso apelar a una instancia que se encuentra más allá. Surge de este modo la ambigüedad, palabra muy utilizada en la reunión, cada vez que se intentaba definir hasta donde terminaba lo biológico y comenzaba lo psíquico dentro del texto.