20-10-2008

Acta 12º sesión (final) Proyecto de Psicología

Lunes 20 de octubre.

Concluye la lectura del proyecto, debido a conflictos de intereses y dificultades en la motivación.

Como se comentó algunas sesiones atrás, se procederá a leer el Seminario XI de Lacan, desde la próxima sesión.

La edición será la de Paidós.

Numeraremos los párrafos de cada capítulo, de modo de coordinar mejor las lecturas. Cada capítulo comenzará una numeración nueva. Se considera como párrafo cualquier sección del texto que comience con una sangría a la derecha y termine justo antes de la siguiente.

Se discute sobre la necesidad de definir algunos roles, que los miembros cumplirán rotativamente, para organizar mejor la lectura del seminario.

Rol de presentador:

  • Abrir la discusión, dando cuenta en primer lugar de una revisión general de los contenidos planteados en la sección del texto asignada, para luego centrarse en algunos aspectos puntuales que le parezcan discutibles por todos.
  • Formular preguntas al grupo, respecto a las ideas del texto.
  • No dejar escapar ningún punto relevante de la sección, aunque no sea discutida extensamente.
  • Si su capítulo se divide en secciones, debe ir retomando el hilo de lo planteado en la sesión anterior, al comienzo de una nueva.
  • Proveer de bibliografía complementaria para todos, cuando sea necesario.

Rol de moderador:

  • Dirige la sesión: la abre en la hora señalada, se preocupa del tiempo y modera las discusiones, para finalmente cerrarla en el plazo estipulado.
  • Coordina la revisión de temas con el presentador, equilibrando el avance de la sesión con la profundización de las ideas.
  • Vela porque todos los puntos de vista se incluyan.
  • Es el responsable de cumplir con la planificación y de llevar a cabo una sesión aportativa.

Rol de “alimentador”

  • Se encarga de llevar la comida a las sesiones. La idea es que el picoteo sea algo marginal, por lo que se redujo la cantidad de elementos:
  • 1 tarro de café grande (para todo el seminario)
  • 1 paquete de 100 tes (para todo el seminario)
  • Cada sesión 1 paquete galletas surtidas grande
  • Aportes pequeños de cada uno.


Rol de secretario:

  • Llevará las actas de las sesiones, incluyendo opiniones personales e ideas a discutir.
  • Deberá leerlas la siguiente sesión.

A continuación se detallan los roles asignados al azar, para la totalidad del seminario.

El “alimentador” será siempre Pato Meneses.

Turnos Seminario 11




Capitulo Expositor Moderador Secretario
1 Benja PatoJ Keri
2 PatoJ Pancho Fran
3 Dani Keri PatoM
4 Pancho Fran Benja
5 Keri PatoM Dani
6 Fran Benja PatoJ
7 PatoM Dani Pancho
8 Benja PatoJ Keri
9 Dani Pancho Fran
10 PatoJ Keri PatoM
11 Pancho Fran Benja
12 Keri PatoM Dani
13 Fran Benja PatoJ
14 PatoM Dani Pancho
15 Benja PatoJ Keri
16 Dani Pancho Fran
17 PatoJ Keri PatoM
18 Pancho Fran Benja
19 Keri PatoM Dani
20 Fran Benja PatoJ


El horario será de 18:30 a 20:30.

14-10-2008

Acta sesión 11

Sesión 11 grupo de lectura Lacan-Freud

Patricio Jerez nos cuenta sobre la parte II del proyecto llamada “psicopatología”:
  • Representaciones hiperintensas que buscan distintos caminos para poder descargarse (síntomas) à compulsión histérica.
  • Compulsión es insoluble en el trabajo de pensar. No estamos hablando de un pensamiento global damnificado, sino de un no poder pensar respecto al síntoma, respecto a una representación especialmente sensible.
  • Fenómenos que en vez de estar excluidos de la conciencia están excluidos del trabajo de pensar. Freud plantea que las personas “igual se acuerdan”. Las representaciones quedan asociadas: por medio de A se sufre B.
  • Por ejemplo: B = manoseo (trauma) / A = música asociada al manoseo. Representación A evoca una reacción que sería comprensible respecto a B, pero que resulta incomprensible y absurda respecto a A, como ponerse a llorar frente a la música. Persona no sabe de la asociación entre A y B.
  • Se elude en parte la represión en tanto A pasa la censura. El hecho de que A hable por B implica que hay un símbolo. Freud dice que el símbolo habría sustituido por completo la cosa del mundo por medio de un desplazamiento, un descentramiento (proceso primario). No basta para la histeria con que B quede en el inconsciente, es el símbolo el que hace histeria.
  • La resistencia a B provoca la compulsión dada en la repetición del símbolo A. A no es censurable, pero el sistema podría aprender a evitar también a A, por ejemplo, al decir: “no me gusta esa música, no sé por qué”.
  • Conciencia ≠ pensamiento. Yo como centro de la conciencia, pero no todo lo que hace el yo lo reporta, como por ejemplo las funciones de defensa, adaptación, etc. Yo reconoce experiencias que provocan displacer y se defiende, algo de la represión es funcionamiento yoico.
  • Enfermedades de la neurosis solicitan una comprensión: “¿doctor, qué me pasa?”
  • Es desde la enfermedad que Freud pretende comprender el aparato psíquico, el psicoanálisis parte desde la histeria. Querer entender el aparato psíquico sólo tiene sentido desde que este aparato enferma. ¿Por eso el psicoanálisis no es filosofía? ¿O intentos por comprender el alma también provienen de enfermedades del alma? P. Meneses plantea que el origen de la filosofía no tendría que ver con la enfermedad, mientras el psicoanálisis sí.
  • P. Jerez se pregunta si el psicoanálisis es un descubrimiento o una invención, o un casamiento entre ambos. ¿Qué va primero, el descubrimiento o la invención? ¿Qué fenómeno no sería en primer lugar una invención?
  • Definimos especulativamente invento como hacer uso de las condiciones para generar cosas distintas, por ejemplo, interpretar un sueño. El invento también podría estar en juego cuando Freud utiliza supuestos.
  • Descubrimiento implica haberse dado la lata de escuchar a la histérica que no encontraba respuesta en la consulta médica. Nadie antes había tematizado esa queja de un modo consecuente con lo que estaba pidiendo
  • ¿Psicoanálisis como experiencia de fe? Primero vendría el convencimiento de que hay algo como un dios. Que después diga lo que es, lo que piensa, qué es lo que quiere, etc. Lacan parece haber visto el problema de llenar este espacio y habría hecho una crítica al proponer el sujeto supuesto al saber, al plantear que el analista no sabe y que el paciente tampoco sabe. Lacan repararía en que el descubrimiento no se transforme en verborrea. No capturar el objeto por completo porque el objeto del psicoanálisis es por definición el objeto no saturado. Lo que funda Freud es un espacio para moverse, para poner distintos saberes ahí, pero hay gente que le habría puesto un objeto al espacio.
  • ¿Se podría decir que hay un descubrimiento cuando algo “funciona”? Por ejemplo, ponerle la mano en la frente a las histéricas para que le dijeran a Freud sus ocurrencias. ¿Ahí se descubrió algo? No, al parecer la calidad de invento o descubrimiento no se juzgaría por su efectividad. El tema de la efectividad llevaría al problema de la técnica. Trabajar con el inconsciente es distinto a trabajar con ese inconsciente, con cada inconsciente. No puede haber una técnica. Estamos frente a un objeto sin tratamiento.
  • Psicoanálisis habría descubierto/generado un conocimiento fundamental, pero no promete nada respecto a cómo aliviar el sufrimiento humano. Los conceptos no alcanzan a explicar y explicarse el psicoanálisis.

Acta sesión 10

Sesión 10 grupo de lectura Lacan-Freud

  • La conversación se inicia con una inquietud de la Dani: ¿sólo hay investidura en el proceso secundario? ¿En lo inconsciente la energía está desligada? La investidura parece apuntar más a algo que queda y que está cargado que a algo que circula.
  • Yo como grupo de neuronas constantemente investido, portador del reservorio requerido por la función secundaria. Está en el núcleo de las neuronas Ψ. Lo entendimos como una parte del circuito que redunda en su funcionamiento. El yo organiza y administra, pero ¿qué sabe el yo para organizar? ¿De dónde proviene la “inteligencia” con la que el yo opera? (Pato Jerez) ¿De los recuerdos? ¿Del desvalimiento inicial del humano? ¿Del apremio a la vida?
  • El yo sabe, así como “el cuerpo sabe”.
  • El yo sabe qué caminos tiene que seguir y cuáles no para evitar el displacer y cumplir la acción específica.
  • Yo como identidad que surge de la redundancia (por ejemplo, de experiencias corporales). Esto tendría similitudes con el pensamiento cibernético (Pancho).
  • Freud para asociar lo significativo de una representación con el hecho de estar cargada, investida. ¿Puede haber una representación con significado pero que no sea significativa? ¿Cómo está entendiendo Freud el significado?
  • Actos fallidos y otras experiencias en que al sujeto se le aparecen representaciones inconscientes “tal como son” también están presentes en la vida cotidiana, pero pareciera ser lo transferencial lo que convoca al significante, es el psicoanalista el que abre el inconsciente, lo estimula, lo irrita.

05-10-2008

Conferencia ALP: "Amor, deseo y goce en hombres y mujeres", Mónica Torres

Reseña hecha por Francisca Mendoza

Bueno, siguiendo la propuesta del Pato, intentaré dar cuenta de lo que fue la charla de ayer de Mónica Torres, organizada por la ALP y el Centro de Salud Mental UC, llamada “Amor, deseo y goce en hombres y mujeres”. La conferencia giró en torno al argumento central de la imposibilidad de un recubrimiento entre los objetos de amor, deseo y goce, pese a la ilusión del amor neurótico “de hacer de dos, uno”. La psicoanalista hizo un recorrido de la enseñanza de Lacan en torno a estos temas, distinguiendo cuatro momentos centrales:

1.- Seminario I: el amor situado en la articulación simbólico-imaginaria. Un amor a primera vista, remitiendo a un punto fantasmático del que se enamora, en la línea de un “enamorarse de sí mismo”. En el terreno de la rivalidad imaginaria, el otro siempre parece ser mejor que uno, puesto que uno no conoce sus tormentos, sólo sus virtudes. Sobre este flechazo, se impone lo simbólico, encarnado en la promesa de amor, como palabra plena, que compromete, y que posteriormente dará origen a los desencuentros y malentendidos entre hombres y mujeres. La expositora propone que en este punto de la enseñanza de Lacan el goce estaría del lado del amor imaginario, mientras el deseo se situaría en lo simbólico. En el seminario X aparecerían las primeras intuiciones de Lacan respecto al goce como real. Si bien Freud había pensado el goce como mortificación, Lacan daría un giro al pensarlo como viviente, mientras el significante asesina al sujeto, marcando el goce de lo vivo que nunca se volvería a obtener.

En este punto la expositora apela a Freud en sus especulaciones sobre la disyunción del amor y el deseo en el hombre. Mientras el amor estaría del lado de la madre, como objeto idealizado, el deseo estaría del lado de la prostituta, como objeto devaluado. Un hombre que cuando ama no desea y que cuando desea, no ama. Posteriormente Freud propondría que en ciertas situaciones excepcionales los objetos de amor y deseo del hombre podrían recubrirse, en la línea de una conjunción, lo que para Lacan sería un imposible. Respecto a la condición erótica de las mujeres, la expositora plantea que en las mujeres el amor y el deseo por lo general irían juntos, lo que generaría un malentendido estructural entre hombres y mujeres.

2.- Seminario XX: siguiendo la línea de Freud, Lacan consideró durante un tiempo que la falta estaba del lado de la mujer. Sin embargo, a partir del seminario X, situaría la falta del lado de los hombres, tomando la detumescencia del órgano sexual masculino después del coito como una forma de castración. La erección trae consigo la pérdida de la erección, constituyendo al goce masculino como un goce del órgano, mientras el femenino no sería localizable, resultando en un misterio y un enigma: al no estar sujeto al órgano, podría ser infinito.

3.- Un tercer momento de la enseñanza de Lacan que la expositora distingue, es el de las fórmulas de la sexuacción, las que me resultaron muy difíciles de comprender. “Para todo hombre se cumple la función fálica, pero existe uno para quien no se cumple”, siendo este último el padre de la horda, que podía gozar con todas las mujeres y prohibir el incesto a los demás, y al que tras su asesinato todos obedecieron retrospectivamente. “Para no toda mujer se cumple la función fálica, pero no existe ninguna para quien no se cumpla la función fálica”. La expositora explicó este “no toda” aludiendo a que cada mujer es “no toda”, de modo que una parte suya está con el falo mientras otra está en el significante de la falta en el otro. La expositora plantea que la castración sería más simple en la mujer, puesto que ella algo sabría sobre la falta. Una mujer aprendería a ser mascarada y semblante de objeto de deseo del hombre, disfrazándose par cubrir la castración. La posición femenina implica saber que no se puede recubrir el objeto de amor, deseo y goce, por eso sería “no toda”. Mientras del lado del hombre estarían la lógica de lo universal y lo particular, del lado de la mujer estaría la singularidad, porque “la” mujer no existe, sólo existe, “una, y una, y una…”.

4.- Finalmente, la expositora identifica un cuarto momento de la enseñanza de Lacan en torno a este tema, el de la mujer como síntoma del hombre, de otro cuerpo. La mujer tendría una mejor relación con el inconsciente que el hombre, pudiendo más fácilmente “ser otra para sí misma”, al vivir conversando e intentando mostrarle el inconsciente al hombre. Sin embargo, habría un límite sutil entre ser síntoma del hombre y convertirse en su superyó.

Al bajar estas diferencias estructurales al terreno de lo psicológico, la expositora se refiere a las nuevas virilidades (“metro sexual”, hombres que ya no toman la iniciativa en la conquista) y femineidades (solteras de “Sex and the City”, amas de casa desesperadas). Estas nuevas mujeres, capaces de autoabastecerse, harían retroceder a los hombres, y/o producto de este retroceso, las mujeres seguirían avanzando. Mujeres para quienes su ser mujer sería más importante que su ser madre, contrariamente a la mujer freudiana. Nuevas virilidades y femineidades que han dado lugar a nuevas familias. En medio de referencias al arte y a la literatura, la expositora presenta historias de amor femenino fuera de la lógica del matrimonio (“ser de a tres”), de amores imposibles de domesticar, en la línea de la imposibilidad de recubrir el objeto de amor, deseo y goce, del vacío central con el que todos tenemos que arreglárnoslas. Si bien en ocasiones el amor pareciera situarse como mediador entre el deseo y el goce, permitiendo al goce condescender al deseo, finalmente no lograría recubrir ese vacío que todo analista debiera hacerse cargo de representar.

01-10-2008

Reseña : Conversación clínica ICHPA, “Psicoanálisis y adopción”, dirigida por Sebastián León.

Reseña hecha por Patricio Meneses

Sebastián León, analista ICHPA, aprovechó la oportunidad para dar cuenta de una perspectiva analítica posible en torno al fenómeno de la adopción, con repercusiones en toda la comprensión de la parentalidad. Con una sala de conferencias llena, aportó el concepto de filiación, relativo a la relación recíproca entre hijo y padres. Esta se daría en tres registros: el imaginaroi, el real, y el simbólico, orden también cronológico en el proceso de adopción.

La filiación real corresponde al proceso biológico mediante el cual un niño es parido.

La filiación imaginaria corresponde a los fantasmas, expectativas, envidias, culpas, con respecto al hijo, y es también el lugar del apego.

La filiación simbólica es la de la adopción propiamente tal, proceso por el cual la madre ubica al niño en relación a su deseo y al deseo del Otro de la estructura familiar y la cultura, pero es también el proceso mediante el cual el niño reconoce a sus padres como sus padres, sus otros.

Es con respecto a la filiación simbólica que se va a elaborar toda una teoría concerniente al proceso mediante el cual un ser humano deviene hijo, y no es sólo un pedazo de carne o sólo un otro de la relación interpersonal. El proceso de adopción pasa por estas tres dimensiones en todo momento, enfatizando la imaginaria en el período de preadopción (expectativas, fantasías, frustraciones, heridas narcisístas a propósito del no poder engendrar de alguno de los padres, el cuidado, etc), la real en el período de adopción (el parto, el autoerotismo), y la simbólica en torno al período de post-adopción, es decir, el momento en que un niño deviene hijo.

Se concluyó con aspectos prácticos en torno a la adopción, y posibles lineamientos de una política de adopción, considerando lo socio cultural y la variabilidad de las demandas de ser padre. Luego, la discusión intentó precisar los alcances de la teoría y las limitaciones de formación de los equipos de adopción entorno a la filiación simbólica, en desmedro de la imaginaria.

El texto original puede consultarse aquí.

Otras actividades de formación, nueva sección

Anunciamos la creación de la sección "Otras actividades de formación", para dar cuenta de posibilidades de formación analítica en contextos distintos a los del grupo Lacan-Freud. Por ahora, esto se dará en dos modalidades:

1) Bajo la forma de
Anuncios de charlas, seminarios y conversaciones clínicas en las instituciones psicoanalíticas que son de interés de algunos miembros.

2) Bajo la forma de
Reseñas de actividades de formación en las que han participado los miembros del grupo.

Esta sección es una forma de abrir la reflexión psicoanalítica a temáticas diversas, características por un abordaje que oscila u opta por lo clásico o crítico, teórico o práctico, metapsicológico o aplicado.
También surge ante la necesidad de compartir experiencias de formación dentro del grupo.

Acta: 9º sesión Proyecto de Psicología

El siguiente documento sintetiza los aspectos que consideramos esenciales, tras la lectura personal de los puntos X a XIII del proyecto.
Un Freud a veces sensato, con gran capacidad de intuición, otras veces “barsa”, realiza un cambio en la noción de facilitación, “atenuando” el aparato que propone. Esta ya no consiste en la atenuación de toda resistencia, sino en su rebaja hasta un mínimo de permanencia necesaria.
Las estimulaciones internas que requieren de un objeto y una acción específica (secuencia de movimientos), se encuentran con un desvalimiento humano inicial: la guagua no puede satisfacer por sí sola sus necesidades, pero sí puede generar signos para que pueda sobrevenir el auxilio ajeno. Este desvalimiento sería la fuente primordial de los motivos morales, lo cual fue entendido por el Benja en la línea de una motivación para la interacción entre los seres humanos: no habría interacción si fuéramos capaces de resolver nuestras necesidades por nosotros mismos. La vivencia de satisfacción primaria (mítica) generaría una primera investidura y con eso inauguraría la posibilidad del aparato psíquico de dirigirse hacia algo, el deseo. Entenderíamos investidura como una cantidad que permanece en una neurona, como una energía que en vez de fluir, se detiene. La vivencia de satisfacción operaría como una facilitación, estableciendo una vía preferente de descarga, entendido esto en términos económicos: “la próxima vez que vuelva a pasar lo mismo, ya sé por donde responder”. Freud habla de un doble movimiento: una acción específica hacia la descarga motriz y una información (feed back) de ese movimiento y sus efectos. Este movimiento no tendría sólo consecuencias en el mundo externo, sino también en el mundo interno. Una de estas consecuencias parece ser la asociación por simultaneidad, la que Freud propone en términos temporales y perceptuales. Se discute cómo desplazamientos y condensaciones responden a la lógica de la continuidad, asociando esto a la cadena significante.
Freud distingue el estado de esfuerzo o deseo como una acumulación de carga. Cuando este estado reaparece se reanimarían los recuerdos que se habían asociado a su satisfacción. Pensamos que la siguiente vez que el niño tenga hambre, pensará en el pecho y ya no en todo los objetos posibles. Se nos hizo importante recordar que la necesidad, entendida como la carga que recibe la neurona desde dentro, no tendría nada que ver con el otro. La pulsión sería posterior a la necesidad, en tanto se gestaría en una experiencia satisfactoria corporal. A partir de la primera satisfacción se instalaría el deseo, en tanto aparece el objeto.
Freud también alude a la alucinación, de modo que la misma investidura de una representación podría brindar satisfacción, al ser vivida como una percepción. Si entendemos el deseo como un estado de tensión que se dirige a la descarga, podemos decir que este también pareciera poder descargarse a través de la alucinación. El niño sólo puede alucinar después de haber vivido una experiencia de satisfacción, por ejemplo, con el pecho materno.
Retomando el tema de la investidura, surge la discusión acerca de si las representaciones inconscientes estarían investidas. Al parecer, no lo estarían, de modo que al pasar a la conciencia tendrían que investirse. De esto se desprende la idea de que en terapia nunca se trabaja con lo inconsciente propiamente tal, sino que con aquellas representaciones que están en la frontera con el Prcc. Frente al cuestionamiento sobre si el Prcc seguiría la línea de un proceso primario o secundario, concluimos que la de un proceso secundario, aunque no todo lo que esté en este sistema nos sea siempre accesible a la conciencia.
Mientras los estados ya mencionados de deseo serían “aquello que queda de la experiencia de satisfacción”, los afectos serían “aquello que queda de la experiencia de dolor”. En el dolor, el objeto hostil se asociaría a una vía de descarga (facilitación). Si la imagen mnémica del objeto es investida de nuevo, surgiría el afecto, como experiencia semejante a la vivencia de dolor, como reproducción de dicha vivencia. Cuando nos acordamos de algo doloroso que sucedió, el sentimiento que se desprende no tiene la misma magnitud que la vivencia genuina de dolor. Se discute que el llorar por un evento asociado a lo traumático ya sería en sí mismo una defensa: se recurre a otra representación para no encontrarse con la originalmente traumática. Freud habla de la represión como un esfuerzo de suplantación y desalojo. La suplantación estaría referida al paso de la energía por una representación diferente a la traumática, sustitutiva, puesto que la energía siempre tendería a salir de alguna manera (principio de inercia). El desalojo, en tanto, se podría entender como desalojo de energía, de tensión, en términos económicos, o en términos dinámicos, como “hundimiento” de una representación en otro lugar. La represión sería entendida como aquello que hace el aparato por descargar. Pensamos que lo que sale afuera sería el afecto y no la representación en sí misma (su contenido), aunque Freud también alude a una descarga de los recuerdos, al final de la página 367, lo cual nos quedó como una duda.